¡Truco o trato, buscadores!
Ha llegado el final de la fiesta de Reward y halloween también está próximo a
terminar. Después de todo lo que han pasado nuestros amigos va siendo hora de
que conozcamos el desenlace.
Espero que os hayáis divertido y os haya gustado leer la historia tanto
como a mí me gustó escribirla y que sí ha sido así, me dejéis muchos, muchos
comentarios, jajaja.
¡Feliz Halloween a todos, buscadores!
Un cementerio en la parte de atrás del jardín. Eso era
algo que los chicos no estaban acostumbrados a ver (exceptuando a Matt y
Nataly) a pesar de lo valientemente que se habían lanzado a atravesarlo. Lo
cierto era que todos estaban ya demasiado cambiados como para pensar con su
habitual racionalidad humana, incluso aquellos que seguían siendo humanos.
Seguramente, el aspecto de aquel lugar era lo más
aterrador que habían visto durante toda esa noche, y eso era decir mucho.
El jardín se extendía kilómetros y kilómetros, la
oscuridad de la noche lo hacía parecer infinito. Por suerte, ellos no
pretendían llegar hasta el final sino hasta el cenador, y eso sólo estaba a
mitad de camino. Era como un faro de luz esperanzadora en medio de las
tinieblas del infierno.
El espacio que tendrían que recorrer para alcanzarlo era
una vasta extensión de tierra seca, salpicada de hierbajos y piedras, sobre la
cual, estaban las lapidas. Éstas resplandecían de un modo perturbador con los
rayos de luna. Estaban colocadas en círculos concéntricos cada vez más grandes
en torno a un gran mausoleo de mármol. Mientras que éste estaba impoluto y
reluciente, las mayoría de las tumbas presentaban un aspecto descuidado y ruinoso.
A este interesante panorama había que añadir una curiosa retahíla de sonidos
nocturnos que servían para amenizar aún más la experiencia: búhos invisibles
ululando por doquier, el desgarrador aullido del viento que levantaba el polvo
sobre el suelo, las piedrecillas deslizándose por él… No era de extrañar que
cuando el grupo al completo se plantó fuera de la casa y contempló este nuevo
horizonte de posibilidades, Elsie no fuera la única a la que le costó echar a
andar.
Se quedaron quietos, muy juntos unos de otros observando
el sendero que se adentraba entre las filas de tumbas.
-Bueno ¿Qué opináis?- preguntó Tom al ver que nadie se
atrevía a dar el primer paso.
-Tiene posibilidades- dijo Nate echando una mirada
circular.
-¿Sabéis lo que opino yo?- Elsie hizo una pausa para
cubrirse aún más con su capa roja.- Que nos vamos a arrepentir de esto durante
el poco tiempo que nos queda de vida.-
-Bueno, si es poco tiempo…- murmuró el vampiro.
-¡Valor, compañeros!- les dijo Zonc.- La suerte está con
nosotros esta noche.- Esa era una afirmación un tanto relativa, pero nadie
quiso chafar al único optimista del grupo. El alquimista se remangó su túnica
para no tropezar y echó a andar el primero.
Tom y Nataly fueron detrás, seguidos por Elsie y Jack.
Matt caminaba en último lugar observándolo todo con evidente interés: las
lapidas torcidas, las plantas muertas sobre la tierra, algún insecto
moribundo…sin olvidar ese olor a moho y barro que flotaba por todas partes y te
hacía sentir frío. La amenaza de muerte que tan presente tenían los demás, no
afectaba lo mismo a un muerto viviente como él.
Nate se colocó a su lado, sonriente. Como no-muerto que era le pasaba
algo parecido a lo del zombie. Además traía de serie esa facilidad innata para
que todo le resbalara.
-Bueno colega ¡Un cementerio en el jardín trasero!- le
dijo frotándose las manos.- Tienes que admitir que eso sí que es algo
impresionante ¿O no?-
-Desde luego que lo es, pero…- Matt hizo su mueca
favorita.-… no sé, todavía le falta algo para ser perfecto.-
-¡Venga ya!- El zombie se encogió de hombros y el vampiro
decidió apartarse de él.
La sed que sentía seguía atormentándole y aunque no
quería pensar en ello para no perder el control, ciertos pensamientos e ideas
aparecían en su mente sin previo aviso.
Al girar en una lapida que tenía sobre sí la estatuilla
de un cuervo lleno de telarañas, Nate se colocó entre Tom y Nataly, acercándose
más a ella.
-¿Qué tal lo llevas?- le preguntó.
-Pues no está siendo la mejor noche de mi vida.-
-No, me refiero a lo de la sed…-
Nataly dio un respingo y dejó que Tom los adelantara.
Entonces se pegó más a Nate y le habló en voz baja.
-¡Pues muy mal! ¿Y tú?-
-Fatal… Imagínate si estoy desesperado que cada vez que
pasamos cerca de alguna tumba olisqueó
el aire para ver si es reciente.-
Nataly frunció el ceño antes de preguntar, sin saber si
quería conocer la respuesta.
-¿Por qué?-
-Pues porque si es reciente, a lo mejor le queda algo de
sangre…- La Glaistig abrió más los ojos, horrorizada.
-¡Cielos Nate! ¡Qué horror!-
-¿Por qué? Si no conocemos de nada a esa gente-
-¡Porque es asqueroso! Estás hablando de cadáveres.-
El vampiro la miró ofendido.
-No estamos en disposición de andarnos con tantos
remilgos- le respondió.
-¡Eh, los chupasangres de ahí delante!- les gritó Jack,
que estaba más cascarrabias que nunca.- ¡¿Qué andáis cuchicheando?! ¡Cómo
estéis conspirando en plan sangriento contra nosotros…!-
-¡¿Qué harás?!- contraatacó Nate.- ¡¿Nos pisarás un
pie?!-
-¡Cállate, Nate! ¡Esto es ya es bastante desagradable sin
tener que oírte!- saltó Elsie que caminaba justo detrás de Jack.
Nate la señaló con un dedo.
-Tú espera, que todavía tengo un asunto pendiente
contigo- le hizo un gesto con las cejas de lo más evidente, así que Elsie
volvió a sacar el cuchillo.
-Te estoy esperando cuando quieras- le advirtió.
-¡¿Queréis dejarlo de una vez?!- gritó Nataly
enfurecida.- ¡No estamos conspirando nada!- Se echó hacia atrás su melena
pelirroja permitiendo que la Glaistig la dominara por un minuto.- Además, si
Nate y yo quisiéramos mataros a todos, no nos haría falta conspirar. ¿Para qué?
No sois más que un puñado de débiles criaturas.-
Esas palabras hicieron que el grupo entero se detuviera,
excepto Jack que se plantó ante el hada con los puños apretados.
-¡¿Criatura débil, yo?!- bramó.- ¡Yo que tú no hablaría
tanto! ¡Eres tan pestilente como los pantanos donde bañas tus patas de cabra!-
-¡Ah!- exclamó Nataly llevándose las manos a la cara por
la indignación. Todos reaccionaron con sorpresa; o bien soltando una
exclamación o bien callándose de golpe.
-¿Patas de cabra?- preguntó Nate abriendo bien los ojos.
El corazón de Nataly dio un vuelco por la furia y clavó
sus ojos en el duende.
-¡Acabaré contigo, sucio duende!-
Jack sacó sus diminutos puños sin miedo.
-¡Adelante, adelante!-
Y la Glaistig fuera de sí se precipitó sobre él. Lo
habría aplastado si Tom no la hubiese detenido agarrándola por la cintura. Aún
así, Jack se puso a dar botes sobre el suelo agitando sus bracitos.
-¡Pero bueno ¿Qué demonios os pasa?!- Tom la dejó de
vuelta en el suelo, pero no la soltó.- ¡¿Qué hacéis?! ¡Estos no sois vosotros!
¡Tú no eres una Glaistig y tú no eres un leprechaun. Sois Nataly y Jack y
siempre habéis sido amigos! – Todos miraron al caballero sin palabras, pues no
era habitual ver a Tom tan enfadado.- Sé que cada vez es más difícil, pero
tenemos que hacer un esfuerzo por recordar quienes somos en realidad. Ya falta
poco para que lo logremos.-
Soltó al hada y ésta cruzó una mirada con el leprechaun,
en el fondo de esos ojos alargados de
duende pudo distinguir la mirada de Jack y se sintió fatal por lo que había
hecho. Y supo que a él le pasaba lo mismo porque la miró igual.
-Ejem… estoy consternado por interrumpir un momento de
tan honda sensibilidad y compenetración pero…- Zonc se ajustó las gafas y les
señaló hacía abajo.-… creo que el suelo ha comenzado a temblar.-
Y así era. El suelo de aquel cementerio había empezado a
temblar y a moverse bajo sus pies.
-Tengo un mal presagio- murmuró Elsie.
Los temblores se volvieron tan violentos que todos
salieron corriendo hacia el mausoleo para resguardarse en su sólido suelo de
mármol. Desde allí, observaron atónitos como la tierra de todo el lugar
palpitaba como si un enorme corazón la empujara desde abajo. Ninguno sabía qué
podía ser pero habían visto demasiado en ese tiempo como para imaginar lo peor,
así que decidieron ocultarse (como pudieron) tras la esquelética valla de metal
negro carcomido que rodeaba al mausoleo. No medía más de medio metro, pero a su
alrededor habían crecido unos espesos arbustos de hierba oscura y puntiaguda
que les sirvió de escondite por lo que pudiera pasar.
De pronto, los sonidos de la noche se vieron
interrumpidos por otro que ya habían oído antes: una explosión. De improviso,
un montículo de tierra salió disparada hacia arriba, dándoles un susto de
muerte.
Antes de que les diera tiempo si quiera a parpadear, se
oyó otra explosión, y después otra más y otra, y otra… era como una serie de
cañonazos ininterrumpida que se iba acercando a ellos, pues empezó a caerles
tierra encima.
-¡Cubríos!- exclamó Jack. Éste se encajó con más fuerza
su sombrero de copa y se lanzó al suelo tapándose los oídos.
El resto del grupo le imitó, no en lo del sombrero, pero
sí en lo demás, así consiguieron amortiguar en parte el sonido de los
estallidos, aunque no dejaron de oírlo del todo. Notaron la vibración cuando
éstos pasaron bajo sus pies haciendo que hasta los cimientos del mausoleo se
movieran. Desde allí, la oleada de explosiones comenzó a alejarse al resto del
cementerio hasta que poco a poco, se fue debilitando hasta silenciarse del
todo.
Los chicos abrieron los ojos y se miraron los unos a los
otros sin que ninguno se atreviera a asomarse.
-¿Ya ha acabado?- preguntó Elsie.
-Eso parece- contestó Tom. Aún tumbado en el suelo, había
sacado su espada y la agarraba atento a todo.
-Echaré un vistazo- dijo Matt. Arrastró su sangriento y
putrefacto cuerpo de zombie y se puso en cuclillas para echar un vistazo al
cementerio.- ¡Puff! Tíos, creo que será mejor que lo veáis vosotros mismos.-
Uno a uno se fueron asomando por encima de (y en el caso
de Jack, entre) los arbustos para encontrarse con un paisaje aún más
desalentador que el cementerio en sí.
Obviamente, lo que acababan de oír no habían sido
cañonazos de verdad, aunque quizás lo hubiesen preferido. Toda la arena del
suelo estaba removida, pero la de las tumbas ya no estaba. Era como si los
ataúdes hubiesen reventado en mil pedazos dejando un agujero en su lugar que,
en muchos casos estaban regados por trozos de madera casi hechos astillas.
-¡Ay no! ¡No, no, no! ¡No, por favor! ¡Esto no! ¡No, no,
no!- empezó a murmurar Elsie, de nuevo presa del pánico.
Nataly, a su lado, le rozó el brazo.
-Tranquila Elsie, no te preocupes.-
-¡¿Cómo no voy a preocuparme?! ¡Mira eso!- le indicó
señalando el espectáculo con una mano temblorosa.- ¡Son tumbas! ¡Tumbas
abiertas por todas partes! Es lo más horrible que jamás he visto.-
-¿Creéis que siguen dentro los…?-
-¡Nate!-
-¡¿Qué?!- El vampiro se cruzó de brazos, fastidiado.-Sólo
digo que viendo el estado en que han quedado los ataúdes, es raro que esto no
esté lleno de huesos y miembros desmembrados.-
Elsie soltó un gritito de angustia con tan solo imaginar
algo así.
-Tal vez estuvieran vacías…- opinó Matt.
-¿Por qué tener tumbas vacías en el cementerio de tu
jardín trasero?- se preguntó Nate.
-¿Y por qué tener un cementerio en tu jardín trasero?-
preguntó Jack a su vez. Nate fue a responderle con alguna de sus grandes
teorías pero no lo hizo. Se quedó callado, entrecerrando los ojos cada vez más.
-Eh, tíos… creo que estoy oyendo algo- su mirada se movió
hacia el otro lado del cementerio.- Y se está acercando.-
-¿Y ahora qué?- gimió Elsie de forma lastimera.
Sobre la línea de tierra que se formaba en el horizonte
con la mansión de fondo, empezaron a aparecer unas figuras. Caminaban muy juntas
unas de otras, con pasos rígidos como si no pudieran consigo mismas. Eran
altos, y resplandecían a la luz de la luna igual que las lapidas que acababan
de abandonar. Se trataba de un grupo cada vez más numeroso de esqueletos que
habían cobrado vida.
-¡No me fastidies!- soltó Matt, sorprendido. En cambio
Nate, sólo se encogió de hombros.
-Esqueletos vivientes…- murmuró- Bueno, supongo que era
lo que nos faltaba.-
En las terroríficas calaveras de esos seres de ultratumba
brillaban dos bolas de luz roja, justo en las cuencas donde en otro tiempo
estuvieron los ojos. Se arrastraban exhalando como si llevaran consigo un gran
peso. Cuando el aire de introducía entre sus desgarrados huesos vacíos hacía un
sonido escalofriante que recordaba al chillido de algún animal.
-¡Se están acercando!- apuntó Elsie. Buscó con la mirada
a alguien de aquel grupo que le siguiera dando la suficiente confianza para
agarrarse a él. Y el único que halló fue Tom.
-No creo que nos hayan visto- la tranquilizó él.
-¿Qué se supone que pretenden, entonces?- preguntó Jack.
-Parecen estar de paseo…-
-¿Qué más da? Mientras nos quedemos quietos, no nos
verán- dijo Nataly.
Zonc cambió de postura y varios de sus envejecidos huesos
le crujieron a la vez.
-Aunque efectiva, dicha estrategia también puede traernos
complicaciones- les dijo con una mueca de dolor.- Cuanto más tiempo pase,
nuestra situación se tornará más desesperada si permanecemos aquí, atrapados.-
-¿Tenéis algún plan, pues, hombre sabio?- le preguntó Tom
con su tono de caballero.
Por desgracia, un alquimista no tenía ni idea de cómo
enfrentarse a temibles esqueletos vivientes, así que guardó silencio.
-No parecen tan peligrosos…- comentó Nate.- ¡Son sólo
sacos de huesos! Yo podría con ellos que soy un vampiro.-
-Te he dicho un montón de veces que un vampiro de
crepúsculo no es un vampiro de verdad- le dijo Matt. Su amigo se revolvió,
fastidiado.
-¡Estoy harto de oírte decir eso!- le espetó.- ¡Yo puedo
usar mis poderes de vampiro y darles una paliza!-
Matt le sonrió con malicia.
-Tienes razón, Nate. ¿Sabes lo que podríamos hacer?
Soltarte en medio de ellos, enfocarte con una linterna y huir cuando tu brillo
les distraiga- se burló.
Nataly saltó una risita.
-Mejor aún- añadió ella.- Le dejamos que vaya a por
ellos, a ver si entre los esqueletos hay alguna adolescente muerta que se
enamore de él y decida no matarnos.-
-¡Muy buena!- la felicitó Matt.
Nate se cruzó de brazos aún más molesto.
-No sois tan graciosos como os pensáis-
Los esqueletos seguían avanzando y lo hacían en su
dirección, pero si no les habían visto ¿Por qué se congregaban justo allí?
Cuando el mausoleo estuvo rodeado por los esqueletos, los chicos empezaron a
oír una melodía conocida, que al principio pensaron que habían imaginado. Sin
embargo, cada vez fue sonando mucho más fuerte y supieron que era real.
-¿Eso es… <<Dark Heart>>?- preguntó Nataly.
<<Dark Heart>> el primer single que Reward
había sacado, se escuchaba a todo volumen en aquel cementerio. Parecía provenir
del interior del mausoleo y cuando la canción alcanzó su máxima potencia,
sintieron un nuevo temblor.
-¿Qué significa todo esto?- preguntó Elsie.
-Ni idea, pero fijaos en eso- les dijo Nate. Había sacado
su móvil y enfocaba a los esqueletos allí congregados. Sus movimientos se
habían vuelto extraños y erráticos ¡Estaban bailando!- Es una pena que nadie
vaya a creernos si salimos de aquí con vida, porque esta debe ser la mejor
publicidad del mundo ¡Ni siquiera los muertos pueden resistirse a la música de
Reward!-
-Yo estoy flipando- admitió Matt con la boca abierta.
Y no era para menos. Ver a decenas de esqueletos recién
resucitados haciendo algo parecido a bailar al son de <<Dark
Heart>> Era algo simplemente surrealista.
Cuando la canción acabó, volvió a sonar una y otra vez y
los esqueletos no dejaron de moverse ni disminuyó su entusiasmo.
-¡Esta puede ser nuestra oportunidad!- les dijo Jack. Con
su bracito señaló al cenador.- Ya estamos muy cerca y esas cosas parecen
distraídas con la música. Tal vez si vamos con cuidado, ni siquiera se fijen en
nosotros.-
-¿Y vamos a salir así? ¿Al descubierto?- preguntó Elsie.
-Esas cosas podrían pasarse toda la noche bailando- le
dijo Tom.
-Ese es el efecto de nuestra música- asintió Nate,
orgulloso.
Jack se colocó a la cabeza.
-De lo que se trata es de ir muy despacio, en silencio y
sin llamar la atención- les dijo, aunque su mirada se clavó específicamente en
Nate.- Creo que podemos lograrlo.-
-Estoy con vos, duendecillo- dijo Zonc.
Así que los dos avanzaron en primer lugar, acercándose a
la valla que les separaba de los esqueletos. Tom intentó levantar a Elsie pero
parecía que el miedo había acabado por dominarla y se negaba a moverse.
-Elsie…- le dijo el caballeo.- No te preocupes ¿De
acuerdo? Todo irá bien, no dejaré que te ocurra nada malo.- Le tendió la mano y
ella, aún temblorosa la cogió y siguió a Tom más allá de la verja.
Nataly los observó con el ceño fruncido mientras se
remangaba la falda para cruzar también, al tiempo que notaba una presencia tras
ella.
-Uhhh…-
-¡Cállate Nate!- le dijo sin necesidad de girarse.
-Pero si no he dicho nada- protestó el vampiro.- No me
has dado tiempo.-
Matt apareció tras él dándole una palmadita en el hombro.
-Es que a ti se te ve venir, colega.-
Los esqueletos seguían bailando, casi todos sin apartar
sus bolas de luz del mausoleo, formando una masa de huesos danzarines bastante
unida. Así que, pensaron que si los rodeaban de forma suficientemente
silenciosa podrían pasar cerca de ellos sin que los vieran. Y eso fue lo que
intentaron. Amparados por la oscuridad se movieron como siete sombras,
vigilando sus pasos aunque sin perder de vista su meta: el cenador.
Creían firmemente que sí lograban llegar hasta él, lo
habrían conseguido.
-Vamos chicos, ya casi estamos…- les repetía Jack en voz
baja. Intentaba darles ánimos aún cuando todavía les faltaba un buen trecho
para alcanzarlo. Y todo porque debían ir muy lentos.
-Eh, Matt- le susurró Nate.- ¿Qué me dices ahora de todo
esto?-
El zombie ni se lo pensó.
-Aún le falta algo-
-Eres un tiquismiquis de mierda, tío.-
-¡Callaos vosotros dos! Que nos van a oír- les susurró
Nataly mirándoles por encima del hombro.
Curiosamente, no les descubrieron porque les oyeran sino
por una graciosa casualidad. En uno de los golpes más rítmicos de la canción,
uno de los esqueletos henchido de euforia musical, hizo un asombroso giro y los
vio.
El grupo entero se paró de golpe cuando el esqueleto se
quedó mirándoles fijamente. Estaba a unos cuantos metros, más o menos a la
mitad de la distancia que aún les separaba del cenador.
-Oh, oh…- se le escapó a Nate.
La música dejó de sonar tan de golpe como había comenzado
y con lentitud, el resto de los esqueletos fue girándose y clavando en ellos
sus cuencas luminosas. Y eso fue todo lo que hicieron.
Los chicos los miraban con una mezcla de miedo,
expectación y desconcierto.
-¿Qué pasa? ¿Por qué no se mueven?- preguntó Nataly.
-A lo mejor si no nos movemos, no nos ven- sugirió el
vampiro asegurándose de no mover apenas los labios, por si acaso.- Ya sabéis,
como los dinosaurios.-
-Eso tiene mucho sentido, Nate.-
-Mantened todos la calma- les pidió Jack.- Hasta que no
hagan nada, vamos a evitar los histerismos ¿De acuerdo?-
En principio, todo el mundo estuvo de acuerdo en seguir
ese consejo, pero Elsie estaba ya al límite de su autocontrol. Sentía todos
esos ojos fantasmagóricos puestos en ella como si fueran ya sus garras huesudas
y no pudo soportarlo. Por el rabillo del ojo, le pareció ver que uno de los
esqueletos se movía hacia ella y el miedo se propagó por su cuerpo como el
fuego por un reguero de gasolina.
-¡¡Ahhh!!- gritó con tal intensidad que no sólo sus
amigos dieron un bote, sino también algunos esqueletos. Se soltó de Tom y echó
a correr hacia el cenador como una loca, dejando al resto atrás y en una
situación... delicada.
La vieron alejarse y después miraron a Jack.
-¡¿Qué hacemos?!- preguntó Tom.
El duende miró a todas partes y supo que los esqueletos
estaban empezando a reaccionar, así que sin siquiera pararse a contestar, echó
a correr tras los pasos de caperucita.
-Pero ¿Qué demonios…?- murmuró Matt.
Tom desenvainó su espada y se volvió hacia sus amigos.
-¡Pardiez! ¡Seguid al duende!- les ordenó. Agarró a
Nataly de una mano y echó a correr. Zonc los siguió al instante dando largas
zancadas mientras se sujetaba la túnica.
Matt dio unos cuantos pasos tras ellos, hasta que se dio
cuenta de que Nate no se había movido un milímetro. Miraba a los esqueletos con
decisión en su joven rostro y el zombie tuvo que volver por él.
-¡Pero ¿Qué haces?! ¡Muévete!- le ordenó con nerviosismo
y tirándole de la camiseta. Pero Nate no apartó la vista de los esqueletos que
ya se iban acercando.
-No, tío- dijo él con rotundidad.- ¡Soy un vampiro! ¡Los
vampiros no huyen de cutres esqueletos!- se palpó la cintura y frunció el
ceño.- ¿Dónde está mi espada?-
Aparecieron dos esqueletos de improviso y agarraron a
Nate por los brazos con un nuevo chillido y éste usó su súper fuerza para
apartarlos de sí. Por desgracia, nada más quitárselos de encima surgieron
cuatro más y se echaron sobre él. Y estos ya no pudo quitárselos con la misma
facilidad.
-¡Estos bichos son más fuertes de lo que parecen!- se
quejó Nate.
Matt, que había vuelto a alejarse, retrocedió una vez más
con un gruñido.
-¡Maldito, niñato!-
Llegó para defender a su amigo pero apenas tuvo ocasión
de hacer nada porque un grupo de cinco esqueletos más le plantaron cara y le
tumbaron en pocos minutos.
El siguiente en ser atrapado fue Zonc que no pudo oponer
demasiada resistencia. En cuanto un par de esqueletos le cortaron el paso,
levantó las manos y se rindió con educada diplomacia.
Tom y Nataly habían logrado alejarse bastante pero
entonces, un grupo de esqueletos les rodearon. Tom se colocó delante del hada
intentando protegerla con su espada en alto y logró desembarazarse de nada
menos que cuatro esqueletos mediante certeras estocadas. Nataly sólo pudo tirar
al suelo a uno cuando intentó agarrarla. A pesar de todo lo que lograron
resistir, los esqueletos aparecían como en una avalancha y acabaron por
doblegarlos.
Cuando éstos desarmaron a Tom y le sujetaron, vio como
otro de ellos cogía a Jack del chaleco y lo levantaba en el aire.
-¡Suéltame, engendro del infierno!- chilló el duende
retorciéndose en el aire.
Elsie fue la que más consiguió alejarse y casi llegó a
alcanzar el cenador. Vio su luz iluminándola justo antes de que un esqueleto le
cayera encima.
-¡Ah! ¡No!- gritó. Rodó por el suelo con el monstruo
cadavérico encima hasta que finalmente, éste la inmovilizó sobre la fría tierra
del suelo.
El corazón se le aceleró sin saber qué esperar. El resto
de los esqueletos aparecieron arrastrando a sus amigos y los tumbaron,
inmovilizados, junto a ella.
-Muchas gracias, Elsie- le soltó Nate, molesto.
-Lo siento- dijo la chica.
-¡Nos has vendido!-
-Tú mejor no hables tanto porque a mí me han pillado por
tu culpa- se quejó Matt.
-¡Anda ya! Te habrían cogido igual, zombie.-
En ese momento, la luz del cenador se volvió más intensa
como si alguien hubiese encendido de golpe el doble de velas del que ya
reposaban en su estructura. Y todos pensaron que algo iba a ocurrir cuando los
esqueletos los levantaron y los soltaron, sin dejar de rodearlos de cerca. En
cualquier caso, nadie pensó en intentar escapar de nuevo. Se pegaron los unos a
los otros y observaron el cenador.
Una figura negra, vaporosa y esbelta apareció caminando
sobre la cúpula del cenador. Las velas de la parte inferior iluminaban su
atuendo y sólo parte de su rostro. Pero no hizo falta más para que la
reconocieran: Madeleine Cupcake había vuelto a aparecer y en su rostro
transformado ya no quedaba ni rastro de la niña que habían conocido.
-¡Hola de nuevo, Reward!- les saludó con una sonrisa
perversa y apretada. Usando una agilidad que sólo podía ser sobrenatural, saltó
y se sentó sobre el borde de la cúpula balanceando sus piernas en el vacío.-
¿Lo habéis pasado bien? Espero que hayáis tenido tiempo de reflexionar porque a
mí este rato se me ha pasado volando.-
-¿Reflexionar?- repitió Jack, confuso.-¿Reflexionar sobre
qué?-
Esa cría era la culpable de cuanto les había ocurrido.
Todos podían haber muerto por su culpa, pero sus palabras fueron tan extrañas
que el enfado quedó en un segundo plano.
-¿Qué es lo que quieres?- preguntó Tom.
-¡Mi concierto!- exclamó la bruja.-¡Quiero mi concierto
de Reward!-
-Pero ¿Todavía está con eso?- murmuró Elsie, extrañada.
-Me parece que es de eso de lo que iba todo…- dijo
Nataly, impresionada. Zonc se adelantó un paso mirando a la niña.
-¿Estáis diciendo, mi señora bruja, que habéis hecho todo
esto únicamente por… el concierto?-
Madeleine asintió cruzándose de piernas.
-¿Por qué si no iba a tomarme tantas molestias?-
-Entonces…- comenzó a decir Jack.-… si nosotros te damos
el concierto… ¿Dejarás que nos vayamos?-
Todos contuvieron la respiración esperando la respuesta
de la bruja. Ésta sonrió.
-¡Pues claro que sí!- les contestó. Pegó otro salto y
cayó con suavidad delante de ellos. Cuando les miró sonriente, mostró una
expresión clara y encantadora como la de la niña del salón. Hasta su voz sonó
distinta cuando volvió a hablar.- Si a mí no me gusta enfadarme, ni ser
desagradable… ¡Sois mi grupo favorito!-
Semejante cambió de actitud dejó a casi todos sin
palabras, excepto por la voz de Nate que flotó hasta sus amigos desde atrás.
-Pirada…- susurró. Alguien le calló con un codazo antes
de que la bruja le oyera.
-Entonces… ¿Escucharé a Reward esta noche o no?-
Los siete levantaron la vista a la vez.
-¡Por supuesto que sí!-
-¡Cantaremos todo lo que quieras!-
-¡Tendrás el mejor concierto de todos los tiempos!-
La bruja sonrió aún más, emocionada. Pero Nate torció el
gesto.
-Pero después de todo lo que nos ha hecho ¿Le vamos a
cantar?-
-¡Cállate, Nate!-
Todos le fulminaron con la mirada y el vampiro acabó
bajando la cabeza.
-¡Bien!- la brujita dio una palmada ilusionada y les
señaló con una mano el cenador.- Os ruego que no me hagáis esperar más. Subid
ahí y ¡Qué comience el concierto!-
Los esqueletos se apartaron para cederles el paso con una
sola orden de la bruja y los chicos, subieron los cinco o seis peldaños hasta
el cenador, mientras que Elsie y Nataly se quedaron abajo, lo más cerca posible
de ellos.
Allí estaba dispuesto todo lo necesario para la
actuación: una guitarra para Tom, un teclado para Nate, el bajo para Zonc y la
batería para Matt. También había micrófonos (incluso uno más pequeño para Jack)
y potentes altavoces que nadie descubrió dónde estaban enchufados.
La bruja tomó asiento en una especie de trono que había
aparecido, en algún momento en el que nadie miraba, en el centro del jardín.
Justo en primera fila para no perderse nada.
Jack suspiró, todavía sin poder creerse que después de
todo lo ocurrido hubiesen acabado así. Si hubiesen accedido a la petición de la
niña desde un principio, quizás se habrían ahorrado todos los peligros. Miró a
sus compañeros y comprobó que estaban todos preparados. Así que comenzaron con el
concierto.
Empezaron con <<Dark Heart>> y los esqueletos
se pusieron a bailar con la misma emoción que las otras veces. Y desde ahí
fueron tocando una a una el resto de las canciones de su disco. Las voces de
Reward retumbaron en aquella noche oscura e hizo aquel cementerio resultara un
poco menos aterrador.
Según seguían cantando, los esqueletos se emocionaban más
y más en sus bailes estrambóticos y faltos de coordinación, hasta que ellos
mismos retrocedieron hasta sus abandonadas tumbas. Con la última canción, todos
habían regresado a los restos de sus ataúdes dejando el jardín desierto.
Lady Cupcake no dejó de aplaudir durante varios minutos y
después, se deshizo en elogios de todo tipo para los chicos una vez que estos
bajaron del cenador.
Entonces pensaron que había llegado el momento de partir,
lo que significaba que la bruja debía cumplir su promesa. Jack fue, como
siempre, el encargado de recordárselo, y lo hizo con todo el cuidado y el tacto
del mundo porque sabía muy bien que su libertad dependía de que la niña
siguiera de buen humor. Se asustaron un poco cuando ella quiso hacerse unas
fotos con todos y un par de autógrafos antes, pero por supuesto, ellos
accedieron a todas sus peticiones con paciencia y buena disposición.
Cuando la sesión de fotos acabó y la niña comenzó a
despedirse, los chicos sonrieron esperanzados por primera vez de verdad.
-Bueno, Madeleine…- le dijo Jack.-… ha sido… un placer,
pero se nos está haciendo tarde y…- La niña asintió con calma y les señaló la
parte baja del cenador. Allí, acababa de abrirse una trampilla.
-Ahí tenéis vuestra salida- les indicó.
-¡Qué sorpresa!- comentó Matt con sarcasmo al tiempo que
se echaba al suelo.-¡Llevo toda la noche arrastrándome!-
Nadie más se quejó, pues si aquel túnel conducía a la
salida estaban dispuestos a arrastrarse y a hacer cualquier cosa necesaria.
Pero sólo tuvieron que arrastrarse, aunque durante un buen rato antes de que
vieran algo de la luz anaranjada que les mostraba la salida.
Al traspasarla, se encontraron con que volvían a estar en
el porche de la casa junto a la calabaza enorme.
-¿Funcionó?- preguntó Elsie.
-¡Yo diría que sí!- exclamó Jack. Al ponerse en pie
descubrió que había recuperado su altura y también su voz sugerente de
cantante.
Los demás se miraron sonrientes y corrieron a quitarse
los disfraces.
-¡Mi pelo!- chilló Nataly. Tiró la peluca al suelo y su
autentico cabello le cayó sobre los hombros. Se levantó la falda y dio un
salto, contenta.- ¡He recuperado mis piernas!-
-¡Y yo mi oreja!- les dijo Matt sin dejar de frotársela
con los dedos.
-¡Y yo mi juventud!- Zonc se arrancó la peluca, la barba
falsa y las gafas y lo arrojó todo hecho un revoltijo a un rincón. Elsie siguió
su ejemplo, extasiada, lanzando con todas sus fuerzas su cesta y la capa. Tom
se libró de la espada y esas horribles protecciones.
Entonces se miraron una vez más… ¡No sabían ni cómo!
Emocionados, contentos, agotados. Era una sensación extraña la que tenían ahora
que todo había pasado.
-Menuda locura…- murmuró Tom.
-¡Pero lo hemos conseguido!- dijo Nataly- ¡Daos cuenta de
todo lo que hemos hecho!- Matt asintió.
-Cosas imposibles de creer-
-¡Ah!- exclamó Nate, recuperando su móvil.- ¡Pero que han
sido grabadas!-Se puso a deslizar pantallas con el dedo, pero acabó haciendo
una mueca.-¡No, no, no! ¿Dónde está mi video del baile de esqueletos?-
-¿Se te ha borrado?-
-¡No! ¡Directamente no está!- Nate resopló, malhumorado y
dio un respingo.- Eh, mirad la hora…-
Todos sacaron sus teléfonos y comprobaron que todos
marcaban las ocho y media. La hora exacta a la que habían llegado a la casa.
-Qué raro…- Tom sacudió la cabeza.- Llevamos horas en esa
casa.-
-Chicos…- les dijo Jack, pensativo.-… No lo habremos
imaginado todo ¿Verdad?-
Se quedaron callados unos instantes, dándole vueltas a
esa pregunta y mirando aquella casa hasta que oyeron un fuerte golpe procedente
de la parte más alta de ésta y que les hizo dar un brinco. De la torreta más
alta salió una bandada de murciélagos negros lanzando terribles chillidos y que
se lanzó en picado a por ellos.
Los chicos gritaron y echaron a correr lo más rápido
posible hacia la verja.
-¡Esto era! ¡Ahora sí!- le gritó Matt a Nate en plena
carrera.- ¡Esto es lo que le faltaba para ser la película de terror perfecta!
¡Un último susto cuando todo parece que ha acabado!-
-¡No te ofendas, tío! ¡Pero eso ya no me importa una
mierda!-
Siguieron corriendo hasta alcanzar la puerta de la verja
y la traspasaron sin mirar atrás; y después de eso, siguieron corriendo calle
abajo en busca de la limusina, alejándose lo más posible de aquella mansión
temible que parecía seguir riéndose de ellos en la oscuridad para después
susurrar:
¡Feliz Halloween, Reward!
Muchas felicidades Sora McLugh!! Me ha parecido una gran historia de Halowen. Ha tenido de todo: suspense, risas, misterio y hasta un poco de terror. Para mí la mejor parte es la cuarta, aunque cada una de ellas ha tenido algo que enganchaba. Un saludo.
ResponderEliminar¡Gracias Rudimara!
ResponderEliminarMe hace mucha ilusión que te haya gustado tanto^^ Mi intención era que, a parte de tener muchos elementos de Halloween y suspense, fuera divertida y os rierais leyéndola. Espero haberla conseguida.
Muchas gracias por todos tus comentarios.
Sigue atenta al blog porque pronto volveré con un nuevo capitulo de Noches de Feria después de este parón de Halloween.
Nos vemos pronto, buscadora!!! ^^
Bueno se terminooo, me ha gustado mucho, opino como rudimara una historia que ha tenido de todo, meha gustado mucho esta ultima parte con el susto final incluido.
ResponderEliminarEspero que entre mucha gente para que la lean y lo pasen tan bien como yo...de todas las historias que he leído tuyas `( que son casi todas las que has escrito) esta es una delas mejores, sigue asi.
Nos vemos por la feria.
chaoo
¡Muchas gracias, Marima!
EliminarMe encanta que te haya gustado tanto, mientras la escribía intentaba que a parte del miedo, fuera divertida y gracias a vuestros comentarios veo que lo he logrado así que estoy feliz.
Me haría mucha ilusión que mucha más gente la leyera pero ya sabes que aún somos muy pocos buscadores, pero bueno ^^
Así que una de las mejores!!! Pues tú precisamente has leído muchas, muchas historias mías asi que me siento orgullosa de esta, jajaja. Sobretodo porque con lo poco amiga que eres tú de las historias de miedo...
En fin, muchas gracias por tus comentarios y sí! Claro que nos vemos por la feria. Acabo de publicar la cuarta parte, así que... jajaja
Bye ^^
INCREÍBLE!!^^
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo la historia, ha sido una pasada y me he quedado con una sonrisa después de ver la imagen final con los esqueletos y el móvil...un cierre perfecto!
Y cómo dice Matt, el susto final no puede faltar!
Al menos esta última sorpresa no ha sido tan grave! Me había ido a lo fácil de pensar y esperaba zombies o fantasmas, pero no me había imaginado esqueletos! Y qué graciosos, me los imaginaba en plan thriller a lo Michael Jackson jajaja.
Es una tontería pero me ha encantado el pequeño detalle de Nataly celosilla cuando Tom le da la mano a Elsie, es en plan "suelta tu mano de mi caballero o te la arrancaré yo misma como una glaistig que soy". Y no podía faltar Nate con su comentario, bueno, su casi comentario por que no llegó a decir nada...he llegado a la conclusión de que este miembro de Reward es el mete-patas, siempre la lía, es un bocazas! Jajaja
Y por fin ha aparecido la brujilla...tenía ganas de verla, es un personaje que aunque no ha aparecido mucho me ha gustado bastante! Ha seguido insistiendo en lo del concierto...vaya con la niña, desde luego, si todos los fans de Reward fueran así creo que se plantearían seriamente abandonar el mundillo de la música! Esperemos!
Y menos mal que no se han negado otra vez al concierto...si no, no me imagino que les habría hecho!
Por cierto, cada vez que aparecía Jack me hacía gracia por que me lo imaginaba en plan duendecillo gruñón peleándose con Nataly...y cuando Nate le dice antes: "¿que haras, pisarnos un pie?" jajaja, muy bueno eso!!
En resumen, te felicito de nuevo por esta gran historia (insisto en que la escribiste en poquísimo tiempo y eso tiene mucho mérito), y me dejas con ganas de más historias de terror :'( ! Aunque de momento no me quejo, por que me queda un capítulo de Noches de Feria que tengo ganas de leer ya, y me pasaré próximamente!^^
PD: ME OFREZCO VOLUNTARIA, VOLUNTARIA COMO FAN DE REWARD!^^
¡Colorín colorado, este cuento de terror se ha acabado!
ResponderEliminarMe alegro de que os haya gustado tanto a todas^^
No tengo ni idea cómo se me ocurrió lo del baile de los esqueletos, desde el principio los monstruos les iban a perseguir y ya esta, pero se me vino a la mente justo la imagen de Nate grabandolo con el móvil y diciendo lo de la publi y aunque al principio me parecio un poco ridículo para una historia de terror... nah, tuve que meterlo, jajajaa.
Si tu tuvieras a tu propio caballero medieval no mirarías así a una caperucita que se le arrima demasiado?? sobretodo con lo mal que estaba Nataly ya en esos momentos. ¡Has clavado lo que estaba pensando! era una mirada asesina en toda regla, jajaja.
Al final tuvieron que cantar ¡Claro! y se lo pensaran mejor la próxima vez que le hagan un feo a una fan. Aunque... así en confianza te digo que Lady Cupcake puede no ser la peor fan que Reward vaya a encontrarse en su camino (y no digo más).
Gracias por tus felicitaciones, lo único que me interesa es hacerlo lo mejor posible para que la gente disfrute leyendo lo que escribo. Yo tb me divertí mucho escribiéndola, a pesar del estrés del tiempo, jajaja. Por ahora, no tengo en mente ninguna otra historia de terror de Reward, pero nunca se sabe, en cuanto se me venga alguna idea que pueda superar esto, lo haré!
Jajaja, me encata lo de voluntaria en plan Juegos del Hambre!^^ es buenísimo. Pues te damos la bienvenida como socia honorifica al club de fans de Reward. Y no te preocupes que con Reward, la suerte estará siempre, siempre de tu parte.