sábado, 26 de octubre de 2013

Noches de Feria 3.


¡Feliz Sábado de descanso, buscadores!

¿Cómo estáis? He estado leyendo (y respondiendo) a todos vuestros comentarios y me alegra ver cuánto os está gustando la nueva historia y todas esas teorías que tenéis, jaja. Así que sin alargarlo mucho más, vengo para traeros la tercera parte de Noches de Feria ^^

¿Recordáis cómo quedó la cosa la última vez? Tom y la chica misteriosa desaparecieron en medio de la multitud del parque. ¿Quién quiere saber a dónde fueron?

Aquí os dejo la respuesta:

3

<< ¿Qué estás haciendo? >> Se preguntaba una y otra vez, apretando cada vez más el osito entre sus manos. No sólo se preguntaba eso, también reflexionaba sobre por qué se había echado a llorar en el puesto de peluches sin motivo, o por qué había aceptado la invitación de ese chico para jugar cuando sabía que lo haría fatal.

Ahora, además de agotada y triste, podía añadir avergonzada y confusa a la lista de emociones que fermentaban en su interior como en una olla hirviendo. Pero, a lo que más estaba dando vueltas, porque no lograba entenderlo de ningún modo, era a la actitud de ese chico. Todo lo que había hecho había sido muy extraño, pero especialmente… la chica se llevó una mano al pómulo donde el chico le había rozado y notó como la piel se le acaloraba bajo las yemas de los dedos, así que retiró la mano al instante. ¿Por qué había puesto tantos empeños por ayudarla?

Miró hacía la barra del puesto de comida rápida en el que estaban y vio el modo en que se inclinaba sobre el mostrador para que el dependiente le oyera. Sonreía… ese modo que tenía de sonreír a todo el mundo, jamás lo había visto en nadie.

¿Por qué le había seguido hasta allí? No le conocía de nada, podía haber sido un psicópata o simplemente uno de esos chicos que sólo se muestran amables para engañar a las chicas con aspecto de mojigatas como ella para luego aprovecharse.

Todavía podía ser alguna de esas dos cosas, aunque en apariencia, sólo era un chico encantador. Pero no podía fiarse sólo de su aspecto. Las personas atractivas como él solían generar confianza en los demás de forma innata (lo había leído en algún sitio). Y aquel chico lo era… Sin duda, tenía los ojos castaños luminosos más bonitos que nunca había visto y lo mismo ocurría con su sonrisa.

En ese momento, el chico giró la cabeza hacia ella y la descubrió observándole, así que ella desvió la mirada hacia otro lado por los nervios.

¿Qué estaba haciendo? ¿Qué hacía ahí sentada? ¿Por qué estaba en ese parque? Las preguntas volvieron a inundar su mente y al no encontrar respuesta sólo pudo pensar que se estaba comportando como una lunática y eso la asustó. Sintió la irrefrenable necesidad de levantarse y marcharse de allí. De hecho, agarró el oso y puso la otra mano sobre la mesa para apoyarse, pero cuando se disponía a ponerse en pie, el chico apareció y soltó un plato frente a ella.

-¡Hola!- saludó. Se sentó también a la mesa y soltó la guitarra a su lado.- Te he traído un gofre con helado. He pensado que eso es algo que le gusta a todo el mundo- le explicó.- Bueno, yo tengo un amigo un poco raro al que no le gustan este tipo de cosas pero… ahora que lo pienso no sé porque soy amigo de un tipo así.-

Ella se dio cuenta de que intentaba relajar el ambiente con una broma porque probablemente su eterno silencio le estaba incomodando.

-Gracias- tomó el tenedor y trató de sonreír. Un psicópata no la invitaría a helado ¿verdad? - A mí sí me gustan estas cosas.-

-Me alegra haber acertado- Aunque más bien le pareció aliviado. Desde el otro lado de la mesa, le tendió la mano.- Por cierto, soy Tom.-

-Yo soy Nataly- se presentó ella.

Seguía teniendo el estomago cerrado pero ya que Tom se había molestado en traerla la comida pensó que al menos tenía que hacer el esfuerzo de probarla. Así que, usó el quebradizo tenedor de plástico para partir un minúsculo trozo de gofre rebozado en helado y se lo metió en la boca. ¡Estaba delicioso! Tan esponjoso y tan dulce y cuando se le deshizo en la boca, sintió una sensación de hormigueo en la boca del estomago y la urgente necesidad de seguir comiendo, así que empezó a partir trozos cada vez más grandes y a devorarlos como si fueran a desaparecer.

Con cada pedazo que tragaba, sentía un ligero alivio en la presión que la ahogaba, era como si la reanimara. Y aunque la situación en la que se encontraba aún le parecía un poco extraña, incluso notó que el cerebro empezaba a funcionarle mejor.

-Vaya, tenías hambre ¿eh?- comentó Tom, divertido después de verla vaciar el plato en menos de cinco minutos.

-No había comido nada desde esta mañana- respondió Nataly. Ahora que pensaba con más claridad, se le ocurrió que debería haber sentido hambre en algún momento.- Puede que me sintiera mal por eso…-

-Sí, es bastante probable-

Nataly se quedó mirando el plato vacío, jugueteando con el tenedor y sorprendida de que Tom no le hubiese preguntado aún nada acerca de su peculiar comportamiento. Imaginó que querría saber lo que había pasado después de todo, pero ella no se sentía con suficientes fuerzas como para dar ese tipo de explicaciones. Y se le ocurrió que un modo de evitarlo era adelantarse.

-¿Hace mucho que tocas la guitarra?- le preguntó.

-Desde que era un niño.-

-¿Y compones tus propias canciones?-

-Sí, aunque hace poco que empecé a hacerlo. Mis amigos y yo tocamos juntos. Tenemos… algo parecido a un grupo, pero todavía desconocido- Sin embargo, resultaba evidente que aquello era importante para él, los ojos le brillaban más aún al mencionarlo y Nataly sonrió contagiada por esa ilusión, sin darse cuenta.- Esto del puesto es algo temporal hasta que tengamos nuestra oportunidad.-

-Eso debe estar bien- opinó ella.- Dedicar tu vida a hacer lo que te gusta y además con tus amigos.-

-Con mis mejores amigos- la corrigió. Esas palabras le provocaron un ligero pinchazo de envidia que desinfló un poco a Nataly. E hizo que se olvidara del resto de preguntas que tenía preparadas.- Bueno ¿Y qué me dices de ti? ¿Tienes algún talento secreto?-

-¿Yo? ¡Qué va!- contestó ella sin pensárselo un instante.- ¿Has visto mi actuación con la pistola? Pues más o menos así es como hago todo: con mucha dificultad y sin grandes resultados.-

-Estoy seguro de que eso no es verdad- le dijo él, bastante convencido para no conocerla de nada. Quizás había exagerado un poco pero cuando se sentía tan mal consigo misma como esa noche, tendía al pesimismo y ¿Por qué no decirlo? Un poco también al drama.

-Me gusta escribir relatos cortos- reconoció al fin. Tom sonrió, inclinándose hacia ella con interés.

-¿Sobre qué?-

-Pues… no sé, sobre distintas cosas. Sobre lo que se me ocurre cada vez.-

-¿Y qué haces con ellos?- Nataly frunció el ceño, confusa.- Quiero decir ¿Los mandas a algún sitio para que los publiquen o algo así?-

-¡Claro que no!-

-¿Por qué no?-

-Porque no son lo bastante buenos…-

-¿Y tú cómo sabes eso?-

Nataly se removió en el asiento, bajando la vista hasta el osito de peluche.

-Antes intentaba que alguien los leyera, ya sabes, mi familia o mis amigos pero… a nadie le interesaba el tema así que…-

-¡A mí me gustaría leer alguno!-

Nataly levantó la vista de golpe. Consideró si lo estaría diciendo en serio, pero supuso que no. Si ni siquiera su familia había hecho el esfuerzo ¿Por qué lo haría un desconocido?

-No tienes que hacer esto- le dijo, fingiendo una calma que no sentía en absoluto.

-¿Hacer el qué?-

-Pues… ¡Esto! Ser tan amable conmigo ¡Ni siquiera me conoces! No entiendo…- las palabras se le diluían en la mente antes de que llegara a ver la frase completa. ¡Era tan frustrante!

-A lo mejor quiero conocerte- repuso él como si nada.

La miraba como quien mira una adivinanza que está a punto de resolver, casi seguro de cuál será el resultado. Ella, en cambio, estaba cada vez más confundida con ese chico porque no lograba adivinar lo que pretendía. Y seguía demasiado alterada como para explicarse aunque deseaba hacerlo. Estaba segura de que en un minuto o dos más de conversación Tom acabaría pensando que era idiota.

-Ahora mismo, es como si me faltaran las palabras para expresarme bien- le dijo.- Es como si tuviera miles y miles de pensamientos en la cabeza que van de un lado a otro a toda velocidad y no puedo…-

Dejó la frase en el aire, pero Tom asintió.

-Entiendo- Nataly parpadeó, perpleja.

-¿Ah sí?-

-¡Pues claro! Yo también me siento así a veces, por eso compongo… es más sencillo ponerle música a ese caos.- Cogió la guitarra y acarició las cuerdas.- ¿Acaso no escribes tú por el mismo motivo?-

Tenía razón, y por increíble que pareciera, ella nunca había sido consciente de que esa fuera la razón. Escribía porque tenía que hacerlo, porque si no sentía que se volvía loca con todas esas historias en la cabeza. Porque le gustaba. Pero nunca se había planteado un motivo más allá de eso.

-¡Hagamos una cosa!- dijo él de pronto.- Iré tocando melodías y si escuchas alguna que suene como el ruido de tu cabeza, me lo dices ¿De acuerdo?-

-No sé…-

Pero Tom ya había cambiado su postura y se había acomodado la guitarra. Su mano derecha rasgó las cuerdas antes de que Nataly dijera nada más y de ellas surgió una melodía preciosa y muy rítmica, pero demasiado alegre. Aunque le gustó como sonaba, Nataly negó con la cabeza en seguida.

-A ver esta otra- dijo Tom, intentándolo esta vez con un sonido más melancólico. Se parecía algo más a como se sentía por dentro, pero era quizás demasiado dulce. Se podía apreciar un débil hálito de esperanza que despuntaba en algunos compases. Por eso tuvo que rechazarla también.- ¡Vaya! Veamos… - Se detuvo a pensarlo unos segundos y entonces, clavó los ojos en ella.- Dime si es ésta.-

Siguió mirándola fijamente cuando la música empezó a manar de sus manos. Nataly, en cambio, dejó de mirarle en cuando escuchó la primera nota. Sus ojos se hundieron, igual que su corazón que se encogió de pena, porque era, sin duda, el sonido más triste que jamás había oído.

Removió todo lo que tenía dentro de ella, porque era como escuchar una nana familiar que casi había olvidado, reconocía su propio dolor en esas notas. No sólo el dolor que la había estado ahogando durante todo ese horrible día que parecía no querer terminar, sino ese otro dolor hueco y constante que venía sintiendo desde hacía ya bastante tiempo. Y al darse cuenta, experimentó un fuerte latigazo en el corazón y un nuevo escozor en los ojos.

-¿Nataly?- Al oír la voz de Tom se dio cuenta de que éste había dejado de tocar. Pero ella seguía oyendo esa melodía en su cabeza una y otra vez.

-Es ésa- le dijo frotándose los ojos con disimulo.- Justo así.-

Tom asintió lentamente, ahora también él parecía apenado.

-Pues debes estar sintiéndote fatal-

¿Se habría sentido él así alguna vez? Nataly pensó que sí, por eso conocía esa triste melodía. Le sorprendió porque a menudo pensaba que era la única que albergaba esas emociones tan extremas y perturbadoras.

-Me gustaría hacer algo para ayudarte…- murmuró él.- ¿Qué haría que te sintieses mejor?-

¿Cómo podía parecer tan sinceramente preocupado por ella alguien a quien acababa de conocer? Puede que sí resultara ser un chico encantador, sin más. También existían ¿no? Entonces deseó haberle conocido cualquier otra noche. Una en la que hubiese estado más animada y hubiese podido ser más simpática, divertida o ingeniosa. Aunque no sabía si ella era alguna de esas cosas.

-Podrías tocarme alguna de tus canciones- le pidió, vacilante.

-¿En serio? ¿Eso te haría sentir mejor?- Nataly asintió, de pronto convencida.

-Quizás así lograría cambiar lo que oigo en mi cabeza-

Tom trató de contener una carcajada y una sonrisa enorme se le desparramó por la cara.

-Una de mis canciones ¿Eh?- Acarició la guitarra mientras pensaba, aunque no tardó demasiado en dar con la adecuada.- Estos últimos días he estado trabajando en una nueva. Aunque sólo tengo esta parte…-

Se quedó quieto un momento, sin mirar a ningún sitio y después, hizo que las cuerdas volvieran a vibrar. El cielo nocturno se llenó de notas bailarinas una vez más, repitiéndose en un ritmo pegadizo. Y entre ellas, surgieron las palabras. La voz de Tom se abrió paso por encima de los demás sonidos, y se fundió con ellas de un modo perfecto:
Tell me what’s going on,
I know there’s something on
Your mind and
Can you just open up?
Do you feel out of love?
 Is somebody tryin’ to hurt you?
You know I’ll never let that happen
They must be out of their mind

El corazón se le aceleró al escuchar esas palabras. Estaba incluso más nerviosa de lo que había estado todo el día. Esas palabras… era como si la hablara directamente a ella (aunque era imposible). No obstante, se parecía tanto a lo que… eran las preguntas que ella pensó que Tom le haría, pero que no había formulado. Y las últimas frases, no las había dicho tampoco pero…
En su vida no había nadie que se molestara en evitar que otros la hirieran, esa era la verdad. Y siempre había sido así, no es algo que pensara ahora porque se sentía triste.

 Cuz you are the sunshine that makes my day…
And I won’t let them take that away…

 Agarró con más fuerza de la necesaria al osito de peluche, no tanto por la estrofa, sino por el modo en que la había mirado al cantarla.

La respiración se le estaba acelerando también y curiosamente lo que ella percibía era que todo a su alrededor empezaba a ir más lento de lo normal.

Nataly supo que debía desviar la mirada porque de pronto no supo cuánto hacía que le miraba fijamente. A lo mejor era por la canción, por las palabras o por todo lo anterior, pero a cada segundo que pasaba, Tom le parecía más y más atractivo. A lo mejor era algún tipo de sugestión por lo bueno que había sido con ella. Nataly sabía hasta que punto era fácil que su mente se sugestionara.

Pero, en esta ocasión… realmente era un chico muy guapo. Su pelo era tan negro como el cielo que los arropaba y lo llevaba corto y lacio. El flequillo le caía sobre el lado izquierdo de la cara, rozándole la nariz. Puede que la nariz fuera lo menos atractivo de su rostro porque era ligeramente bulbosa, pero aún así, le gustó porque hacía cobrar fuerza al resto de sus rasgos.  Además ¿Quién se fijaría en eso cuando mirabas esos ojos castaños que resplandecían con fiereza? ¿O esa bonita sonrisa que dejaba sin respiración? ¿O escuchabas esa voz atrayente y fina?

Al final sí que tuvo que apartar la mirada porque sintió que se ruborizaba por sus propios pensamientos. Trató de alejarlos y pensar en otra cosa que la calmara. No podía dejar que su mente enfilara tan peligroso sendero sólo porque le gustaba cómo cantaba.
I’ll be your hero, standin’ strong
Who’ll protect you from any fight
And if your battles are piling on,
I will take them on with all my might
Cry your tears on my shoulder
You don’t know what the future holds
So I’ll be your personal soldier

 Las últimas notas se diluyeron en el jaleo que los había envuelto todo el tiempo, y del que Nataly no había sido consciente hasta ese momento.

Tom no soltó la guitarra hasta que el sonido murió del todo y entonces, la miró. No la preguntó en voz alta, pero lo hizo con la mirada.
Nataly estaba tan impresionada que, ahora más que nunca, se había quedado sin palabras. Debía ser la canción más bonita del mundo y la canción que todas las chicas querrían oír (sobre todo si, como había sido su caso, alguien te la cantaba mirándote a los ojos).

-¡Tienes que acabar esa canción cuanto antes!- le soltó reaccionando por fin. Se inclinó sobre la mesa, invadida por una repentina urgencia.-¡Es tan… tan…! Tienes un gran talento. Esa canción es…-

Ahora más que nunca lamentaba no encontrar las palabras precisas que describieran lo maravillosa que era esa canción. Tal vez no hubiera términos lo bastante buenos como para que Nataly expresara lo que esa canción le había hecho sentir. Por suerte, un entusiasmo tan excesivo que te haga enmudecer puede ser tan elocuente como el mejor de los discursos. Al menos para Tom debió ser suficiente, porque alargó un brazo por encima de la mesa y rozó la mano de Nataly, quien sintió un chispazo que le desconcertó un poco.

-Gracias, Nataly- le dijo.- Me alegra que te gustara. Eres la primera que la escucha.-

-¿En serio?-

-Ni siquiera se la he tocado aún a mis amigos-

Nataly bajó la vista sintiendo que se ruborizaba de nuevo. Aunque entonces apareció una pregunta en su mente.

-¿Y… para quién la escribiste?- Al pronunciar esas palabras en voz alta sintió al mismo tiempo que quería y no quería saberlo.- ¿Hablas sobre alguien en especial? ¿De… tu novia?-

Sin darse cuenta, retiró su mano de la de Tom escrutando su rostro. << Que no tenga novia. Que no tenga novia, por favor. >>

No es que estuviera pensando en él con intenciones románticas o algo parecido pero (y ni ella misma sabía el por qué) cuando le gustaba un chico y después descubría que éste tenía novia, se sentía estúpidamente culpable. Como si hiciera algo malo al pensar en él y ya no le estuviera permitido seguir haciéndolo.

-No exactamente- respondió Tom después de meditarlo unos segundos.- Es lo que le cantaría a mi novia si tuviera una. Pero no pensaba en nadie en concreto mientras la escribía.-

¿Y cómo se podía escribir algo tan bonito sin pensar en nadie? Aunque no lo entendía, la respuesta alivió a Nataly quien no pudo evitar esbozar una diminuta sonrisa. Tom también le sonrió y permanecieron mirándose el uno al otro hasta que un sonido los interrumpió. Tom sacó su móvil del pantalón e hizo una mueca involuntaria de fastidio.

-Oye Nataly… me encantaría quedarme un rato más contigo pero me temo que he de volver al trabajo.- le explicó poniéndose en pie.- Es que tengo un jefe un poco pesado que está siempre encima de mí y aunque hoy ya me ha echado la bronca, estoy seguro de que volverá a pasar por mi puesto y si no me ve allí…-

-No, no te preocupes por mí ¡En serio!- Corrió a decir Nataly, levantándose también.- Ya deberías haber vuelto, pero yo te he estado distrayendo. No quiero meterte en problemas.-

Tom sacudió la cabeza apoyándose de nuevo la guitarra al hombro.

-No me has metido en problemas, y aunque hubiese sido así…- Le tendió una mano que Nataly tomó, ignorando los chispazos que sentía cada vez más intensos.-… habría valido la pena.- Nataly sintió el impulso de bajar la cabeza ante ese comentario, pero sólo ensanchó su sonrisa.- ¿Vas a quedarte un rato más por el parque o te marchas a casa?-

Por primera vez desde que había llegado a ese parque se sentía con fuerzas renovadas para volver y enfrentar lo que le estuviera esperando en su casa, pero… si se iba ahora, no volvería a ver a Tom, a no ser que volviera otro día al parque aunque con la mala suerte que tenía, para cuando quisiera hacerlo esa bonita canción podría tener ya una dueña legítima.

-Creo que me quedaré un poco más dando una vuelta- respondió.

-¡Bien! Quizás nos veamos de nuevo por aquí- Le pareció realmente ilusionado ante esa posibilidad, pero Nataly no quiso emocionarse antes de tiempo. Ella sí que estaba segura de que quería volver a verle.

-Por si no nos viéramos…- comenzó a decir ella.-… gracias por… bueno, por todo.- Por haberla acompañado, por no haberla dejado sola, por haber hecho que se sintiera comprendida. Y todo eso sin ser su amigo, su novio o simplemente un conocido. Creyó que decir todo eso en voz alta sonaría un tanto extraño, así que sólo lo pensó.

No obstante por el modo en que la miraba, era como si supiera lo que ella pensaba cada vez que se quedaba en silencio.

De repente, las miradas de ambos confluyeron en sus manos que seguían unidas, a pesar de que habían pasado varios minutos y se soltaron a la vez. Nataly se llevó las manos a la espalda como queriendo esconderlas.

-Bueno, hasta pronto- se despidió Tom y comenzó a alejarse.

Nataly le siguió con la mirada hasta que su figura se perdió entre la gente que iba y venía comprando comida y absurdos recuerdos del parque. Sólo cuando ya no podía verle, se dejó caer sobre la silla, recuperando el peluche y con un amago de tonta sonrisa en el rostro.

Por un ilusorio segundo llegó a creer de nuevo que todo pasaba por algo, incluso las cosas malas. Y que la concentración de cosas malas que le habían pasado últimamente habían tenido como objetivo empujarla hacia Tom. Eso les confería un sentido que casi llegaba a consolarla.

 

Σ                                                                    Σ                                                        Σ

 

Tom llegó ante el puesto de peluches aún con la dulce sonrisa de Nataly en su mente. En su cabeza resonaba una nueva melodía, aunque aún no lo suficiente clara como para intentar interpretarla, así que tendría que dejarla reposar un poco más.

Viki le recibió con los labios fruncidos y torcidos hacia un lado. Estaba molesta.

-Hola- saludó él de todos modos.

-Vaya, vaya ¡Mira quien ha vuelto!- exclamó ella, casi sin mirarle. Tom sabía que lo correcto era disculparse, pero le pareció que alargar un poco más ese enfado sería una buena estrategia para mantener a Viki alejada un tiempo.

-No habrá vuelto Bossy mientras no estaba ¿Verdad?- quiso saber él.

-Como si te importara mucho- soltó Viki. Parecía terriblemente enfadada, pero cuando se dignó a mirarle, Tom vio como éste desaparecía poco a poco de sus ojos cargados de maquillaje oscuro, sin que él hubiese hecho nada.- No, no ha regresado. Pero deberías andarte con más cuidado ¿Acaso no te importa que te eche de aquí?-

Probablemente no le importaba ni la mitad de lo que parecía preocuparle a ella. Cada vez le gustaba menos trabajar allí.

-Por cierto, tu amiguita enferma se ha dejado esto- dijo Viki balanceando frente a su cara el bolsito que Nataly llevaba en la muñeca.

Se lo habría olvidado al salir corriendo del puesto de ese modo. Seguro que ahí dentro llevaba todo su dinero, el móvil, llaves y demás.

-En fin, ya volverá a buscarlo- opinó Viki soltándolo sobre el mostrador dejando claro lo poco que le importaba en realidad.

Pero Tom supo al instante que no lo haría. Por lo poco que sabía de Nataly, estuvo seguro que no pasaría por allí de nuevo para no traerle problemas. No sabía por qué estaba tan convencido, pero lo estaba. Y ahora estaría deambulando sola por el parque sin nada encima. O tal vez… quizás siguiera en el puesto de comida rápida.

En un impulso que sabía que le traería problemas, agarró el bolsito.

-Ahora vuelvo- anunció. Viki le miró con la boca abierta.

-Pero ¡¿Vas a dejarme sola otra vez?!- Tom ya había echado a correr y apenas oyó su último grito.- ¡TOM! –

Siguió corriendo, todo lo rápido que se puede correr cuando vas por concurridos espacios llenos de personas a las que tienes que ir esquivando como si fueran banderines. La mayoría daban un respingo cuando le veían acercarse a toda velocidad hacia ellos, aunque él los rodeaba en el último instante y evitaba la colisión.

Pero al final, hubo uno que apareció tan de la nada que no pudo frenar a tiempo y chocó contra él. Justo cuando iba a disculparse, se fijó en el rostro contrariado que le miraba.

-¡Tío, ten más cuidado!- le recriminó.

-¡Jack! ¿Por qué no estás en tu atracción?- le preguntó Tom.

-Tenía hambre y tú casi me dejas sin cena- le explicó enseñándole un enorme perrito caliente que llevaba en la mano.

-Pues ándate con ojo. Esta noche Bossy está cumpliendo con su amenaza- le previno.- Antes ha estado por mi puesto y ha soltado unas cuantas lindezas de las suyas.-

Jack arqueó las cejas, sorprendido.

-¡No fastidies, tío! Vaya… bueno, tendré cuidado- Se llevó el perrito a la boca, pero a medio camino se detuvo frunciendo el ceño.- Entonces ¿Qué haces tú que no estás colocando conejitos y delfines de peluche a la inocente gente del parque?- Su mirada se desvió hasta el bolsito que sujetaba.- ¿Qué haces con eso? Si los demás te ven con él, no tendrán piedad.-

-No es mío-

-¡Ya me imagino!- Tom desvió la mirada, sonriendo y Jack lo observó dando al fin el ansiado mordisco al perrito.- ¿Ha pasado algo?- La mirada de su amigo le rehuía de un modo demasiado sospechoso como para pasarlo por alto.- Conozco esa mirada huidiza… ¿Qué pasa? ¿Has ligado?-

-¡No!-

-Pero ¿Has conocido a alguien?-

-Bueno…-

-¿Una chica?-

-¡Pues claro que una chica!-

-¡Perdona! ¡No te hagas el misterioso, entonces!- Tom sacudió la cabeza para no dejarse llevar por la absurdez que empezaba a dominar la conversación.

-Se llama Nataly- le dijo.- La he conocido en el puesto. No se encontraba muy bien y… ha sido todo un poco raro.- Quiso contárselo a su amigo y se sorprendió al descubrir que aún había cosas de su encuentro con ella que ni él mismo terminaba de comprender.- Cuando me miraba, era como si me estuviera pidiendo ayuda…-

Jack asintió con una sonrisita.

-Ya, claro… ¡Qué sorpresa!-

-No, no, no. No era cosa mía. Ella estaba mal de verdad- insistió Tom.- Me dio a entender que le había pasado algo horrible.-

-¿El qué?-

-No lo dijo. Y yo no quise agobiarla con preguntas.- Jack asintió algo más convencido pero sin estarlo del todo.- En serio tío, es ella… cuando la tienes delante sientes como si tuvieras que protegerla.- Eso era lo que él había sentido y quizás por eso la primera canción que se le había venido a la cabeza para cantarle había sido esa.- Se ha dejado el bolso en el puesto y tengo que devolvérselo.-

-Tío, como te pille Bossy…-

-La dejé en el puesto de comida rápida, a lo mejor sigue allí y puedo…-

-De allí vengo y estaba desierto- le informó su amigo terminando de devorar el perrito.

-Entonces tengo que darme prisa en encontrarla antes de que Bossy empiece de nuevo su ronda del terror.- Jack asintió.- Tú también ten cuidado. Esta noche está especialmente cabreado.-

-¡Pues qué bien!-

Se despidieron y Tom salió pitando con el bolsito bailando en sus manos. Jack se estiró de forma perezosa y comprobó su reloj. Si Bossy ya había estado molestando a Tom, el próximo a por quien iría era él. Sería mejor no tentar a la suerte y volver a trabajo.
 
Espero que os haya gustado. ¿Qué tal van esas apuestas? ¿Real o Ficticia? Estoy deseando leer vuestros comentarios.
Por cierto, veo que ha habido algunas confusiones con lo de Halloween, así que me gustaría aclarar que la historia que estoy preparando para Halloween, aunque en ella también aparecerá Reward (Por supuesto) es una diferente a Noches de Feria. Las pistas visuales que cuelgo revelan cosas del futuro de Noches de Feria, mientras que los personajes malvados que estoy desvelando cada día hasta Halloween, son de la otra historia.
¡Ah! Eso me recuerda que ya podéis pasaros por la sección de Halloween para descubrir el personaje de hoy.
Hasta la próxima, buscadores.
Pd: Referente a las entradas perdidas, me temo que los comentarios se han perdido para siempre. Pido perdón a las personas a las que no llegué a contestar pero al menos he aprendido la lección y no volveré a perder una entrada.
 

6 comentarios:

  1. Hola, muy bonita esta parte de la historia, me muero de ganas de saber que le pasa a la chica...salio el heladooo joo que rico¡¡¡¡ si hasta se me hacia la boca agua jajaja
    Jo lo que siento es que no me he enterado de la letra dela canción...es que mi ingles es nulo, a si que no me entere de lo que decía la canción de Tom,
    Bueno haber si en la próxima entrega nos enteramos de lo que le pasa a Nataly.
    chaooo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola!
      Me alegro de que te haya gustado la historia y el helado! jajaja, a mi tb me encantan los postres y me dio hambre mientras lo escribía.
      Bueno, no te preocupes si no has entendido la letra de la canción que en la próxima entrada hablaré sobre ella, así que no te olvides de pasar ¿Eh?
      Nos vemos por la feria-parque.
      Hasta la próxima!

      Eliminar
  2. Hola!!^^
    Me ha hecho mucha ilusión ver que habías subido el capítulo! Ya pensaba que no podría leerlo hasta Halloween por lo menos! Jajaja
    Coincido con el comentario anterior, qué preciosa esta parte 8') Se me ha encogido el corazón con algunos momentos...yo no sé el resto, pero mi cabeza estaba chillando ¡¡¡que se besen, que se besen!!! O al menos que se abracen...!!! Tom y Nataly están hechos el uno por el otro, está claro, qué más pistas necesitan? Él escribiendo sobre proteger a su chica y ella es esa chica que necesita ser protegida!! Aunque aún no nos has dicho de qué, es decir, que le ocurre!!?!
    Espero descubrirlo en el siguiente capítulo, necesito saber qué le está pasando a Nataly en su casa, me preocupa!
    Y Tom....qué decir de Tom, lo de siempre, ese chico es encantador y me lo pido! Por lo menos cuando le ha dedicado la canción...(que por cierto, la letra es super bonita!!!) Además, eso de jugársela así con Mr.Bossy aunque no la conozca de nada...es de admirar jaja!!
    Por otra parte, ME HA ENCANTADO la aparición de uno de los miembros de Reward, Jack, que me ha sacado varias jajaja. Espero verle más a menudo por la historia...como también espero que Tom encuentre a Nataly! Aunque tengo miedo de que en vez de eso, Mr.Bossy encuentre antes a Tom, se puede liar una buena XDD
    Bueno, nos seguimos viendo por aquí, y te informo (aunque supongo que ya lo sabes) que me está encantando esta historia!!!!!! Y tras leer esta parte...cambio mi voto, ahora pienso que es Real, ajaja! Un saludo grande^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Holas!
      Jajaja, uyyy hasta Halloween os iba a tener sin saber nada de Tom y Nataly?? No, no soy tan cruel, además yo intento subir algo nuevo por lo menos un día si y otro no.
      Aysss, a mi también me gusta esta parte aunque me daba cosa que quedara un pelin empalagosa, espero que no os lo haya parecido! Bueno, bueno, esta claro que algo ha surgido entre ellos pero ¡poco a poco! que apenas se conocen (además, cuanto tardaron nuestros queridos Dallas y Carla en besarse? cuantas batallas contra evolutis cabreados pasaron?).
      Veo que Tom esta consiguiendo votos para convertirse en favorito, bueno todavía tienen que aparecer los demás. Jack es majo, aunque ya te digo yo que no es ni por asomo el gracioso del grupo, aunque si te ha hecho reír ya verás cuando aparezca... en fin, ya lo verás.
      Tom no es el único que tiene que andarse con ojo y esquivar a Bossy porque aún le quedan varias paradas esta noche.
      Me alegro de que te siga gustando y... real de nuevo ¿eh? juju, bueno, aun queda para saberlo, pero esta bien.
      Nos vemos en el próximo cap!
      Hasta pronto.^^

      Eliminar
  3. Hola a tod@s!! A mí también me ha parecido esta parte muy entrañable. Muchas veces nos pasa que la música o las canciones son más capaces de expresar nuestros sentimientos mucho mejor que las palabras en sí.
    Me gusta que el resto de la banda salga en la historia. Sigue cayéndome muy mal Viky, lo siento pero no la trago, jeje.
    Estoy deseando la próxima entrega.
    Ah y que sepas que no me estoy perdiendo nada de lo que pones de Halowen. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  4. ¡Hola Rudimara!
    Me alegro de que os este gustando tanto la historia, aunque a partir de ahora va a cambiar un poco porque, efectivamente, tendrán que ir saliendo el resto de los miembros de Reward.
    No te preocupes que aquí permitimos amar y odiar por igual a los personajes, así que tu desahógate.
    Haces bien en estar atenta a los anuncios de Halloween porque ahí están todas las claves para la gran historia de terror que llegará pronto al blog.
    Nos seguimos viendo por aquí.
    Gracias por todos tus comentarios ^^

    ResponderEliminar